Nuestra estancia fue maravillosa. La atención de Irene y su familia hizo que nos sintiéramos como en casa. Los desayunos eran espectaculares, con productos caseros, especialmente los huevos y tostadas. La habitación estaba muy limpia y la tranquilidad del lugar nos permitió descansar plenamente. Las vistas del valle son impresionantes y realmente vale la pena disfrutarlas.

El único inconveniente fue un pequeño charco que se formó en el suelo del baño al ducharnos.

• Vistas espectaculares
• Atención excepcional
• Desayuno casero delicioso

• Acceso complicado
• Charco en baño
• Decoración austera

Desayunos abundantes y deliciosos.

Nuestra estancia fue maravillosa. La atención de Irene y su familia me encantó. siempre estaban pendientes de nosotros, lo que hizo que nos sintiéramos como en casa. Los desayunos eran espectaculares, con productos caseros. La habitación estaba muy limpia, y el ambiente tranquilo me permitió descansar plenamente. Las vistas del Valle de Arán desde la casa son impresionantes y realmente vale la pena disfrutarlas.

Un pequeño inconveniente fue un charco que se formó en el suelo del baño al ducharnos, pero fue algo muy menor en comparación con lo demás.

Todo increíble! La limpieza fue impecable. la atención de Irene, siempre tan amable. El desayuno casero con productos de la zona y las vistas del valle son de otro mundo. todo perfecto!

Todo ha sido fantástico.

Disfrutamos un fin de semana en Casa Cuny, donde la atención de Irene fue excepcional. Los desayunos, con productos caseros, fueron lo mejor, especialmente los huevos y tostadas. Además, la limpieza impecable y la tranquilidad del lugar nos hicieron sentir como en casa. ¡Volveremos seguro!

La casa tiene una ubicación privilegiada y unas

vistas espectaculares que realmente te quitan el aliento. La atención de Irene y su familia fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar y ofrecer recomendaciones locales. La cena fue deliciosa, con productos frescos de la zona. Sin embargo, el acceso puede ser un poco complicado si no has estado antes.

Un lugar encantador, con un vaquero de montaña que da gusto. Las vistas son como un cuadro, y la cama, ay, estaba más cómoda que un sofá. ¡Una joya!

El único problema es que no me quedé más tiempo, porque volar como un pájaro tampoco es posible.

Recomiendo este lugar para parejas románticas

La atención de Irene fue de otro nivel, siempre con una sonrisa y cuidando cada detalle, como esos deliciosos huevos y tostadas que nos cocinó al momento. También, el hecho de que en el desayuno podías prepararte tu propio zumo de naranja natural, mientras disfrutabas de la vista del valle, fue simplemente perfecto.

No fue barato, pero lo que ofrece lo vale totalmente.

Estuve tres noches cómodamente y me costó un poco llegar en coche.

Pasamos un gran fin de semana con amigos. Las vistas son espectaculares y el ambiente es muy acogedor. Nos encantaron las cenas con productos frescos de la zona y el desayuno estaba lleno de delicias caseras. Disfrutamos de días en las pistas de ski y explorando el valle. Recomendado al 100%!

El único inconveniente fue que el acceso puede ser complicado si no has estado antes, así que es bueno tener un mapa o GPS a la mano.

una estancia agradable, pero con algunos aspectos a mejorar

Disfruté de las vistas impresionantes desde mi habitación, que realmente te dejaban sin aliento. Los desayunos fueron otro punto fuerte, especialmente el bizcocho casero y los productos frescos de la zona.

El acceso en coche puede ser complicado, así que es bueno estar preparado.

Las vistas desde la habitación eran impresionantes, realmente te quitaban el aliento. Los desayunos, especialmente el bizcocho casero, fueron un gran punto a favor. Sin embargo, el acceso en coche es algo complicado y el charco que se forma en el baño durante la ducha es molesto. La decoración podría mejorarse, ya que el ambiente es un poco austero.